domingo, 27 de diciembre de 2015

Este es el playlist que escuchan los pacientes en los estudios médicos con hongos alucinógenos

La Universidad de Johns Hopkins abrió la brecha hace ya más de un lustro reanudando con éxito la investigación médica psicodélica al utilizar psilocibina (el ingrediente activo de los hongos alucinógenos) en pacientes en fase terminal. Los investigadores en ese entonces descubrieron que la psilocibina podía ayudar a las personas a lidiar con la muerte y la depresión asociada a sus enfermedades. Con el tiempo, este mismo proyecto ha revelado numerosas aplicaciones médica y psicoterapéuticas de los llamados hongos mágicos, incluyendo un porcentaje de efectividad en la terapia para dejar de fumar que supera cualquier otra técnica o sustancia.  Asimismo, otro  estudio de Johns Hopkins mostró que una sola sesión de psilocibina tiene efectos duraderos en la personalidad de un individuo, al menos una sesión bajo su control e inspiración musical. 
Uno de los investigadores que está vinculado a este proyecto renacentista en Johns Hopkins, es William. A Richards, autor del libro Sacred Knowledge: Psychdelics and Religious Experience. Richard describe la importancia que tiene la música en los viajes enteógenos guiados que llevan a cabo:
Hemos aprendido que en sesiones de dosis altas, especialmente en los momentos en los que inician los efectos y en los momentos más intensos, la estructura de apoyo de la música es más importante tanto que la guía o las preferencias musicales del voluntario. En los estados de trascendencia del ego, el perceptor de música cotidiano puede no existir, habiendo entrado en un estado de conciencia unitaria el cual, según se mantiene, es independiente de las frecuencias sonoras que entran a los oídos a través de los audífonos o las bocinas. Cuando el ego se acerca a su disolución y cuando inicia su reconstitución, sin embargo, las estructuras no-verbales de la música pueden proveer un apoyo significativo.  Por lo tanto, sensibilidad al potencial terapéutico de música cuidadosamente seleccionada puede ser un factor determinante en aumentar la seguridad psicológica.
En otras palabras, Richards sugiere que la música permite a algunas personas relajarse cuando empieza un viaje de hongos o cuando se encuentran batallando un poco con la intensidad del viaje. Una vez que logran entrar y cruzar el umbral hacia el estado enteógeno (“que lleva a dios dentro”), la música pasa a segundo término.
El siguiente playlist, según cuenta Richards, ha sido desarrollado a través de prueba y error. Está basado en su mayor parte en música no-verbal, incluyendo música clásica sinfónica y coral, cantos de la India (los mantras suelen escucharse no como palabras sino como sonidos rítmicos) y una selección más ligera con un poco de jazz y rock hacia el final para bajar hacia la realidad. Richards resalta la efectividad de las sinfonías de Brahms (como si fuera un soporte de Brahma en la conciencia). Concluye que durante los estados místicos de una sensibilidad aumentada “casi cualquier estilo de música puede explorarse con deleite.
Compartimos aquí esta selección con la que los doctores son DJs y aclimatan el espacio para que los pacientes…Música fungi para pacientes que se enfrentan a la muerte o que buscan salir de los abismos de la depresión, reencantándose con la vida, tocando tal vez alguna fibra divina y retomando el significado, esa gasolina psíquica tan importante para un ser humano. Disfruten de este delicado elegante y al final un poco lúdico playlist musical cargado hacia la música clásica y a hacia los ambientes orientales del yoga y el tantra; una relajación profunda y artística con momentos de euforia y apoteosis, que podríamos llamar incluso metafísica. Nótese la sensibilidad dramática y psicodinámica de la selección:
  
Antonio Vivaldi. Guitar Concerti. Los Romeros, Iona Brown, Academy of St. Mar­tin in the Fields. Philips 412–624–2
Andante, Concerto RV532 in G Major for 2 guitars, strings, and continuo, 3:30
Largo, Concerto RV93 in D Major for guitar, strings, and continuo, 3:53
Largo, Concerto RV356 in A Minor, 2:20

Paul Horn. Inside the Taj Mahal. Kuckuck 11062–2
“Mumtaz Mahal,” 3:21

Ron Korb. Flute Traveller: A Musical Journey Across Five Continents. Oasis Produc­tions, SOCAN NHCD 205
“Alto Flute,” 2:16



martes, 15 de diciembre de 2015

LA PUERTA DE REGRESO AL CORAZÓN

LA PUERTA DE REGRESO AL CORAZÓN

Las compulsiones son caminos hacia la auto-consciencia…
- Por Mary O'Malley
(Imagen: horse_whisperer_by_charlotterittel-d5sx60g)
Irónicamente, no hay mejor maestro para aprender cómo estar realmente vivo que nuestras compulsiones. La clave para reunir toda la sabiduría que ellas nos ofrecen es transformar nuestra relación con ellas. Por lo general vivimos en una forma reactiva, luchamos contra ellas, después nos rendimos, y luego volvemos a pelear. Vivimos reaccionando a nuestras compulsiones porque las odiamos y les tenemos miedo. Hay una diferencia abismal entre vivir a través de la reacción y vivir a través de la respuesta. Hemos sido entrenados para reaccionar. Pensamos en términos de lo que debería ser y de lo que no debería ser, en términos de lo que fue y de lo que habrá de ser. Empujamos y tiramos, nos agarramos y nos resistimos en lugar de responder, en lugar de escuchar nuestras compulsiones, aprender de ellas, y llevar la luz de nuestra atención a lo que está sucediendo ahora mismo, aprovechando el impresionante poder de la simple curiosidad.
Lo que se resiste, persiste. Yo tengo una voluntad muy fuerte. Muchas veces dejé de comer por largos períodos de tiempo, sólo para terminar dándome un atracón de manera incontrolable. En varias ocasiones creí que finalmente había logrado controlar el impulso de comer en exceso. Gracias a Dios, nunca fui capaz de hacerlo. Estas son fuerzas sumamente poderosas que no pueden y no deben ser domadas, reprimidas. Si tratas de contener a un caballo, podrías montarlo, sin embargo el caballo habrá perdido su espíritu. Si descubres cómo relacionarte realmente con un caballo, él te entregará los dones de su espíritu salvaje y su gran velocidad. Un ejemplo de esta verdad se muestra en la película ‘Horse Whisperer’ El Hombre que Susurraba a los Caballos, basada en el amoroso trabajo que lleva a cabo Monty Roberts con los caballos.
Lo que funciona con los caballos también funciona con nuestras compulsiones. Si tratamos de frenarlas, de contenerlas, tendrán la tendencia de “mordernos el trasero.” Pero si aprendemos cómo relacionarnos con ellas, no sólo podremos sanar nuestras compulsiones, sino que también podremos sanarnos a través de ellas. Fue cuando aprendí a soltar mi odio y mi miedo a las compulsiones y cuando me volví curiosa acerca de lo que estaba pasando dentro de mí que comencé a sanar y  ser sanada por ellas. Cada ola de compulsión para la que fui capaz de estar presente se disolvía cada vez más de la prisión de mi mente abriendo la puerta de mi corazón. En un principio sólo pude estar allí por un momento o dos, pero cada momento marcaba una gran diferencia. Más que dejarme en una profunda desesperación, mis momentos compulsivos comenzaron a dejar misericordia y alegría a su paso.
A pesar de que llegué a sentir que había pagado un alto precio por mis compulsiones, a la larga, me han dado mucho más de lo que me pudieron haber quitado. Jamás me permitieron manejar y controlar mi camino hacia una curación temporal que me mantuviera separada de la curación duradera que realmente anhelaba. Estrellándome una y otra vez contra el muro de mi propia impotencia, redujeron a la nada mis opciones hasta que lo único que me quedó fue abrirme y convivir con ellas. Tuve que permitirles llevarme de vuelta a mí misma - no a la idea de lo que yo debía ser, sino a una real y amorosa conexión conmigo misma, exactamente como soy. Conforme fui capaz finalmente de decirme la verdad acerca de mi experiencia y aceptarla - en lugar de sentir vergüenza o miedo - las nubes comenzaron a despejarse. Poco a poco me moví de un 'Yo no soy/debería ser’ hacia la maravillosa y rica experiencia de ¡'Yo soy’! Esto ha disuelto tantos de los que yo llamo 'nudos del yo no soy’ en mi cuerpo, en mi mente y en mi corazón, ayudándome a abrirme alegremente a la vida  de nuevo.
Aprender a responder a nuestras compulsiones en lugar de reaccionar a ellas es una experiencia radicalmente diferente de lo que nos han enseñado. Para hacer este cambio, ayuda poner atención a los muchos regalos que vayamos recibiendo conforme aprendamos a cómo escuchar nuestras compulsiones en lugar de vivir en el péndulo de la reacción. Las compulsiones nos pueden mostrar qué tan atrapados estamos en nuestras cabezas y revelarnos la futilidad de querer tener el control. Es increíble a qué grado creemos que 'entrenar’ nuestras compulsiones en la sumisión nos traerá la curación que anhelamos, a pesar de que existe evidencia de que no es así. Recuerda las estadísticas: 95 a 98% de todo el peso que se pierde, más unos cuantos kilitos más, se recuperan en un lapso de año y medio. Y aún así, los libros que tratan sobre dietas, siguen siendo losbestsellers de todos los tiempos. También es verdad que la tasa de reincidencia en los centros de rehabilitación de drogas y en los programas de trastornos alimentarios es muy alta. Y parece que si controlamos una compulsión, normalmente llega otra para tomar su lugar. Nuestras compulsiones están tratando de enseñarnos cómo ser curiosos. Sólo soltarán el control conforme aprendamos a responder a lo que está ocurriendo, en lugar de simplemente reaccionar a ello. Esta es una manera mucho más eficaz de utilizar nuestras mentes. En lugar de estar constantemente tratando de cambiar lo que es, una persona que ha aprendido a ser curiosa acerca de lo que está pasando, incluso sólo por un momento, puede moverse de los más densos estados de mente y del más cerrado de los corazones a una curación a través de la libertad y la misericordia.
Las compulsiones abren la puerta de regreso al corazón, revelando la comprensión y la misericordia de las que tanta hambre tenemos. Este es uno de los regalos más importantes que traen, porque es en el corazón donde la verdadera curación se da. Las compulsiones hacen esto revelando qué tan cerca están nuestros corazones a muchas partes de nosotros mismos. Al reconocer la profundidad que tiene la autocrítica, somos capaces de entrar en comunión con las partes que hemos repudiado, y lo hacemos con misericordia. Esta es la curación que anhelamos, la curación de una relación amorosa con nosotros mismos.

(Un extracto traducido por Tarsila Murguía de 'THE GIFT OF OUR COMPULSIONS: A Revolutionary Approach to Self-Acceptance and Healing)